Especies de aves aptas para niños

¿Qué requisitos ha de cumplir un ave para ser “apta” para niños?

  • Poco agresiva, incluso en época reproductiva
  • Fácil de cuidar, sin grandes requisitos tanto de alimentación como de espacio.
  • Fácilmente manipulable
  • Tamaño adecuado a las manos de un niño

Este artículo no pretende animar a nadie a comprar un ave para su hijo. Tampoco pretende promocionar estas especies como “baratas”, ya que en realidad ningún ave es realmente barata o cara de mantener, todas tienen sus necesidades de jaula, alimentación y cuidados médicos. Sin embargo, si tenemos un niño y a este le gustaría tener un ave como mascota (siempre bajo la absoluta responsabilidad de sus padres) estas especies pueden resultar muy adecuadas:

Tórtolas:

Zebra Dove Bird on white background

En nuestro país, a diferencia de Estados Unidos, son poco frecuentes como mascota. Sin embargo, bien socializadas resultan unas aves entrañables, cariñosas, fáciles de manipular y nada agresivas. Además, sus picotazos no resultan dolorosos (en caso de que hubiese alguno). Son menos sucias que la mayoría de los psitácidos y pueden dejarse sueltas por casa sin peligro de que rompan nada. Son silenciosas, aptas para piso.

Diamantes:

Los diamantes son aves de pequeño tamaño, que pueden mantenerse en pequeños grupos o en solitario. Las aves mantenidas desde jóvenes son fáciles de socializar, resultando unas pequeñas mascotas, simpáticas y muy dóciles. Su pequeño tamaño hace que precisen de poco espacio, con lo cual son ideales para hogares reducidos. No tienen tendencia a picar.

Canarios:

Los canarios son una opción para aquellos que quieren un ave para admirar y escuchar, pero que no tienen tiempo para interaccionar con ella. Los canarios no son aves que disfruten de la manipulación, no son sociables. Sin embargo, aquellos que están muy ocupados pueden disfrutar de su canto y sus colores en una jaula bien adaptada a sus necesidades.

Periquitos:

Los periquitos son pequeñas psitácidas con cierta capacidad de habla. Bien socializados resultan una excelente opción para los niños, ya que son simpáticos, divertidos y muy charlatanes. No necesitan mucho espacio, pero si solo se tiene un ejemplar necesitará que se le dedique tiempo, ya que son muy sociables. A diferencia de las otras especies, los periquitos tienen una mordida que puede resultar dolorosa, por lo tanto hay que ir con cuidado, aunque si son mansos muy raramente muerden.

Ninfas:

Las ninfas, al igual que los periquitos son de la familia de las psitácidas. Son de un tamaño mayor que los anteriores y más ruidosas. Las ninfas bien socializadas son muy mansas, raramente mostrándose agresivas con sus propietarios.  Las ninfas son las aves más caras de mantener de la lista y las que precisan de más tiempo, con lo cual resultan una buena opción para niños de más edad, con tiempo para dedicarles. No tienen mucha tendencia a la habla, pero si pueden aprender diversos trucos y entonar melodías.

Pero…  ¡mi hijo quiere un loro que hable!

Entonces, la mejor opción es comprarle un loro de juguete, de esos que repiten todo lo que les dices y cuando te cansas de ellos lo guardas en un armario. Los loros no resultan buenas mascotas para niños. Incluso criados a mano (y aparentemente dóciles), cuando llegan a la madurez sexual muchos pueden volverse agresivos en la temporada de cría y su manipulación puede resultar compleja. Los loros son también complejos de cuidar, necesitan dedicarles mucho tiempo, son sucios, ruidosos y su mordida puede causar mucho daño, especialmente de las especies más grandes.

¿Y los pollitos amarillos?

Los pollitos amarillos, ya sean pollitos de gallina o de pato, en poco tiempo se convierten en pollos o patos adultos. Mientras son pequeños pueden resultar graciosos y adorables, pero ¿Qué hacemos cuando se convierten en un pato o en un pollo de 3 kg? Por lo tanto, a noser que lo tengamos en cuenta y podamos darles el espacio y cuidados que necesitan estas aves adultas, no resultan en absoluto adecuados para los niños. Jamás compraremos a nuestros hijos pollitos teñidos de colores, habituales en las ferias de América central y del sur.